Historias productivas Nueva frontera productiva: un modelo ganadero en el NEA con heno y silaje de alta calidad

«Apostamos a seguir por el camino de la innovación y aún no hemos encontrado los límites de la producción ganadera. Estamos trabajando para llegar en el futuro a las 1.500 hectáreas de alfalfa con el objeto de producir forraje de alta calidad», destacó don Antonio Fares, quien con sus 78 años es el titular de la empresa Shonko SA, tenedora del establecimiento “El Rocío” ubicado en la provincia de Formosa (Bañaderos), a unos 200 km de la capital de la provincia, y cerca del límite con la provincia de Chaco.

Como toda explotación ganadera, “El Rocío” necesita forrajes en cantidad y calidad suficientes para sostener su producción que es de ciclo completo y que se destaca por su propia genética.

La inclusión de forrajes conservados de alta calidad es uno de los factores que ayudan al aumento de la productividad de sus rodeos. Esos forrajes desde no hace mucho tiempo, incluyen recursos poco o nada vistos en la región, que constituyen a juicio don Antonio, una de las claves del mejoramiento en los resultados de la empresa Uno de esos cambios fue la implementación de nuevos procesos para la confección del silo de planta entera de maíz y la implantación de praderas de alfalfa pura

Por el momento ya han alcanzado las 150 hectáreas de alfalfa, que se implantaron en el otoño pasado ante la necesidad de contar con alimento para las recrías y apuntando al negocio de la venta de forraje, con alto contenido proteico y excelente calidad de fibra.

Los resultados son muy buenos con un rinde en el primer corte de 2.300 kg/ha de materia seca, que brinda una excelente fuente para los megafardos. Y todo esto en un año marcado a fuego por una sequía severa y prolongada.

Un detalle no menor es que «El Rocío» esta ubicado en una zona donde se pensaba que la producción exitosa de alfalfa era inviable, teniendo en cuenta que la distancia a los “centros alfalferos” más cercanos es de 300 km hasta Charata, o no menos de 200 km hasta Corrientes.

«En cuanto a producción anual, vamos a ver que nos dice el clima y la zona, pero apuntamos a lograr al menos seis cortes y cuando podamos poner sintonía fina en la genética probablemente logremos algún corte extra», adelantó Fares.

El forraje que ya esta en producción tendrá un destino múltiple, siendo de excelente fibra proteica para las recrías de la genética del establecimiento, y como fuente de heno de alta calidad para toda la región.

El trabajo y el proceso en la producción forrajera y las innovaciones cuentan con la supervisión de Benjamín Fares, el hijo de Antonio, y la conducción de Eduardo Fernández Capurro. También cuentan con el aporte técnico en forrajes de Pablo Cattani.

«Con este equipo técnico nos animamos a quebrar paradigmas corriendo las fronteras para encarar algunas tecnologías y procesos distintos para la región. Así delineamos una nueva frontera productiva en cuanto a forrajes conservados y ganadería en el NEA», sostuvo el empresario.

Otra de las innovaciones en la producción de forraje para la zona es el silo de maíz, que reemplazó definitivamente al silo confeccionado con caña de azúcar.

«En este tema, cambiamos radicalmente la manera de hacer los silos aéreos, y ahora los dimensionamos de acuerdo a la tasa de consumo y modificamos el proceso de compactado, logrando un ahorro sustancial de tiempo y dinero», aclaró Cattani.

En Shonko se trabaja con maquinaria propia, tanto en elaboración de los silos como en la henificación. En lo que hace a heno cuentan con una segadora acondicionadora John Deere de 3,5 m de ancho de corte y un rastrillo estelar Claas que junta 3 hileras en una para lograr una buena capacidad de trabajo con la megaenfardadora. Apuntan a lograr megafardos de 350 a 400 kilos, con dimensiones que permiten hacer el flete sin dificultades.

En lo que hace al silo de maíz cuentan con dos picadoras Claas de última generación, apoyadas por un equipo de bateas instaladas sobre camión a fin de bajar los costos del traslado del forraje entre el cultivo y el silo aéreo.

«Estamos convencidos que el camino de la innovación nos ayuda a mejorar el resultado de la empresa y nos permite el desarrollo del capital humano comprometido, y por ello estamos en un proceso de mejora continua», concluyó Antonio Fares.

Publicado el 08/11/2020

En Clarin.com