Durante el Seminario Internacional en Producción Bovina Integral organizado de manera conjunta entre la Facultad de Agronomía de la UBA, el Parque Científico y Tecnológico de Agronomía, la Universidad de Parma (Italia) y el laboratorio Agropharma se abordaron temas relacionados a las necesidades que tiene la ganadería regional basados en una gestión sustentable, el estado de la ganadería a nivel regional, el índice de costos por kilos y la falta de producción de pasturas para mejorar la producción a futuro.
Alessandro Piovesana, en representación del PCyT; Juan Carlos Capece, en representación de Agropharma; Fernando Vilella, ingeniero agrónomo y referente de la Fauba; Germán Cantón del INTA Balcarce; Fernando Canosa, consultor ganadero, entre otros disertantes y referentes del sector, hablaron de bioeconomía, bienestar animal y biotecnología reproductiva. El seminario fue transmitido por las plataformas de Zoom y YouTube y seguido por más de 2500 personas.
«De 1960 a esta parte se quintuplicó la producción global de carnes, con cuatro países que sostienen consumos de proteína animal (bovino, pollo, cerdo y ovino) por encima de los 100 kilos: Estados Unidos, Nueva Zelanda, Australia y Argentina», dijo Vilella.
En tanto, Canosa se enfocó en programas productivos pensando en una ganadería eficiente y afirmó que «si tomamos como medidas de eficiencia productiva los porcentajes de destetes anuales y los pesos promedios de faena, veremos que no solo la Argentina, sino muchos de los países de nuestra región aún tienen mucho camino por recorrer», indicó.
«Lo que hace falta para que podamos producir más es pasto. Son el equivalente a 38,7 millones de raciones (campos naturales y cultivados) las que habría disponible en el país, mientras que se demandarían 39 millones para lograr un alto nivel de destete con el stock y la superficie actualmente disponible. Este es uno de los principales desafíos a resolver», completó.
Sobre el bienestar animal, Marcos Giménez Zapiola señaló que las nuevas ideas en materia de buenas prácticas ganaderas son sencillas de comentar, no obstante, lo difícil es dejar atrás las viejas ideas y comportamientos. «Trabajar contra el ganado es negativo y se manifiesta en que les hace daños a los animales, baja el rendimiento productivo, las instalaciones duran poco, aumenta el esfuerzo humano, aumenta el desgaste, hay mayor riesgo laboral, y ya no es aceptable socialmente», destacó.
En esa línea lo hizo el referente del INTA, quien observó que el stock ganadero argentino no es eficiente y se puede ver, por ejemplo, en los índices reproductivos. «Tenemos casi 4 vacas de cada 10 sin producir un ternero al año. Es por eso que cualquier punto que podamos subir en materia de productividad, va a beneficiar a los productores», expresó.
De acuerdo con el índice costo de sanidad que realizó el laboratorio Agropharma, destacaron que en la zona semiárida el costo de este índice es de 5,2 kilos de novillo; en el NOA, de 8,2 kilos; en el NOA, de 8 kilos y en la región pampeana 7 kilos. «Se deberían invertir cerca de US$570 millones entre planes sanitarios, asesoramiento y diagnóstico veterinario, mientras que se invierte cerca de US$ 340 millones», amplió Canosa.
Publicado el 13 de octubre de 2020
En La Nación